lunes, 22 de septiembre de 2008


"Me había percatado que gracias a ellos decidí renunciar a la procreación, a la familia, a la burda forma de perpetuar la especie y hacer que la existencia parezca trascendental. Pobre de ellos que creían que la vida se perpetúa a través de la especie. Ilusos que con la bizarra imagen de la casa, el automóvil y los hijos en la escuela creían que la vida tendría eco. Pobre del hombre que desea ser recordado por los hijos.Pobre de aquel que desea morir en sus pañales enfermos de enclenques huesos, mal aliento y perfume mortal vestido de fúnebres atuendos. Pobre de aquel que desea morir en el ensueño de la vejez y las profundidades del desmoronamiento corporal."

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